
Me juego un penique a que más de uno (y dos) de los que andáis leyendo estas líneas os habréis cruzado en más de una ocasión con jefes que no saben cómo motivar y dirigir a sus subordinados; pero que en cambio sí tienen los conocimientos y la experiencia adecuados para planificar. Vamos, jefes que saben a nivel técnico pero que son incapaces de gestionar sus equipos humanos. ¿Os suena? Pues ese es un gran matiz que hace que la dirección de las empresas y el liderazgo de las mismas sean dos conceptos diferentes; que si bien a veces van parejos, no siempre es así.
Autoridad formal vs. Autoridad informal
En una compañía, al igual que en la sociedad en general, existen dos tipos de autoridades: las formales y las informales.
Las primeras son aquellas que tienen un estatus asignado, un rol a ejecutar acorde a unas normas. Son los jefes de las empresas, los agentes de policía o mismamente los políticos electos. Gente que conoce sus campos y es capaz de planificar y organizar.
El segundo tipo de autoridad en cambio no figura por lo general adscrita a papel alguno, ya que el rol, que como su propio nombre indica se asigna de manera informal, proviene de la visión que la gente tiene de ella por sus acciones, maneras de pensar o trabajo. Son aquellas personas que, siendo ciudadanos corrientes y contantes, se convierten por méritos propios en individuos con autoridad moral y capacidad de movilizar a otros. Aquí nos encontraríamos por ejemplo a los trabajadores con experiencia, a los miembros de los comités de empresa o a los empleados más eficientes.
Características de un líder
Los conceptos están claros, pero, ¿cómo podríamos diferenciar a unos de otros?
- Un líder sabe cómo gestionar su poder de manera justa, proporcional y eficiente. No es un tirano, como viene siendo habitual en muchos directivos.
- Un líder comprende que sus empleados son personas, y que por ello no siempre estarán motivados, pues tienen sus propios problemas; o a veces situaciones determinadas del trabajo pueden afectarles. Sabrá cómo motivar a las personas y hacer que rindan.
- Un líder es capaz de influenciar a los miembros de su equipo. Sabe cómo hacer para que sientan como propio el trabajo y el proyecto.
Tipos de líderes
Hay líderes para todos los gustos, pero a grandes rasgos podemos agruparlos en cuatro categorías:
- El líder explotador-autoritario. Este perfil lo componen aquellos líderes que comunican unilateralmente sin tener en cuenta a sus empleados. Desconfía de ellos y pretende que se haga lo que dice a las buenas o a las malas. Los subordinados le hacen caso por temor. Este tipo de relaciones suelen darse con bastante frecuencia cuando el salto cultural o social entre el líder y el empleado es alto. Por ejemplo se puede ver fácilmente en las empresas agrarias, entre los cosecheros, que muchas veces son inmigrantes con pocos recursos; y los capataces o incluso los patrones.
- El líder benevolente-autoritario. Se trata de un líder que planifica y transmite para que se ejecuten sus palabras, pero que a diferencia del anterior sí permita cierta comunicación ascendente. Vamos, que los trabajadores tienen cierto margen para expresar sus puntos de vista. No mucho, pero menos da una piedra. Este tipo de líder se ve más en empresas pequeñas (pymes mayormente) de corte industrial y comercial. Por ejemplo es el caso de un taller mecánico, donde para el jefe puede ser conveniente la experiencia del mecánico para determinar qué hay que hacerle a un coche. Le preguntará su opinión.
- El líder consultor. Como su propio nombre indica se trata de un líder que pregunta antes de fijar las instrucciones. Existe una comunicación bidireccional y la opinión de los empleados sí es importante. Suele ser el perfil más adecuado, ya que al tener en cuenta la opinión de los trabajadores aprovecha sus cualidades y capacidades al máximo. Además de ello tiene la opción de ver otros puntos de vista, lo que hace que las instrucciones puedan ser más precisas y eficientes. Este líder tiende a verse en empresas de servicios con personal especializado, donde su opinión es esencial. Mayormente porque muchas veces se trata de trabajadores especializados en campos determinados que tienen más autoridad técnica que el jefe. Su visión es clave, y por tanto su opinión. Un ejemplo de este tipo de líder sería un jefe de proyecto de software.
- El líder participativo. Las decisiones las toma en conjunto con los empleados, ya que todos participan a la hora de tomar las decisiones. La gente sigue a este tipo de líderes por la importancia que les da al hecho de ser una parte activa del equipo. Este perfil no es común en el mundo de la empresa, pero sí que nos lo podemos encontrar en las pequeñas cooperativas. Si bien hay un líder formal, al ser todos propietarios, se decide en común.