Balance de situación

¿Qué es un balance de situación y cómo debe interpretarse?

Infografía de un balance
Autor: Iborra | 2007

A poco que hayáis dado algo de economía en bachillerato, hayáis pasado por algún tipo de formación relacionada con la empresa o mismamente tengáis pensado arrancar un proyecto de negocio, os habréis cruzado con el término “balance” o “balance de situación”. Un documento sencillo que todo negocio debería mantener para procurar unas finanzas saludables; pero que en cambio no siempre es así.

Un balance es esencialmente un informe que permite al analista hacerse una idea bastante aproximada a la realidad de cómo de saludables son las cuentas de una empresa o negocio en un momento dado. Así, sin más; de un vistazo sabréis qué activos y deudas tiene un negocio y cómo se distribuyen. ¿Os interesa? Pues espero que sí, porque es el tema del día. Vamos a ver cómo leches se hace un balance y cómo debemos leerlo.

Índice de contenidos

¿Cómo se ve un balance?

Antes de explicar nada vamos a ver un balance de situación bastante gráfico, tirando de colorines. Fijaros bien en esta infografía, ya que dice mucho más allá de lo que en un inicio parece.

Las partes del balance

Un balance se compone de dos grandes bloques: los activos, que son las propiedades de la empresa; y los pasivos, que son los medios de financiación; es decir, las deudas y los recursos propios. En la infografía que os he puesto arriba podréis ver los primeros a la izquierda y los segundos a la derecha.

Los activos del balance

Sí, como os decía arriba, son las propiedades de la empresa. Se dividen en dos tipos: los activos no corrientes, que vienen a ser los que previsiblemente estarán en la compañía durante más de un ejercicio económico; y los activos corrientes, que son aquellas propiedades que se pueden convertir en líquido de manera rápida.

Por lo tanto activos no corrientes serían cosas como un coche, un local comercial, una moto o mismamente los derechos sobre una patente. En cambio los activos corrientes serían el dinero de la caja de la empresa, el saldo de las cuentas bancarias, el stock del almacén o las deudas de los clientes.

Los pasivos del balance

Los pasivos se componen de tres grandes bloques: el pasivo neto, el pasivo no circulante y el pasivo circulante.

El pasivo neto son aquellos pasivos no exigibles por terceros. Por ejemplo aquí encuadraríamos el capital social de la empresa, los beneficios no empleados de ejercicios anteriores (y que no hayan sido invertidos en activos) o las ampliaciones de capital. El pasivo no circulante son básicamente las deudas a más de un año, mientras que el pasivo circulante es el exigible en menos tiempo. En este último punto puede haber líneas de crédito, préstamos bancarios o crédito comercial (facturas de proveedores).

Cómo interpretar un balance

Vale, ya sabéis cómo se estructura un balance. Pero, ¿cómo sabemos si la situación es buena o mala en la empresa?

  • Si las deudas son mayores a los activos vamos mal. Especialmente si estas están estructuradas con exigibilidades a corto plazo. Esto querría decir que no habría capacidad para pagar las letras si no es recurriendo al pasivo neto (si es que es suficiente esta partida). Migajas para hoy y un hambre que flipas para mañana.
  • Conviene que el pasivo neto sea lo suficientemente fuerte como para cubrir los pasivos exigibles si se diera la necesidad; especialmente los de corto plazo. Vamos, que conviene tener una fuerte reserva por si pudiera pasar algo (ejemplo: sequía en agricultores, pudiendo destrozar el stock; enfermedad vacuna en ganaderos, con pérdida de stock). ¡Que no os gastéis todo, leches!
  • Hay que ver cómo se estructura la deuda de la empresa, ya que la financiación bancaria acarrea intereses que podrían llegar a dar bastantes problemas. Especialmente si hablamos de líneas de crédito reutilizadas.
  • El fondo de maniobra debe ser positivo. Lo explico a continuación.

¿Qué es el fondo de maniobra?

Y finalmente un término que habréis escuchado a diestro y siniestro: el fondo de maniobra. ¿Qué es esto? Ni más ni menos que el parámetro que indica la liquidez real de la empresa a corto plazo.

Fondo de maniobra

Se determina restando del activo corriente (o circulante) el pasivo circulante. Si da positivo significa que el activo a corto plazo es superior a las deudas a corto plazo, quedando así financiado en parte por letras a largo plazo (pasivo no circulante) o incluso por el pasivo neto, que “no hay que devolver” (mejor ved las infografías).

Dicho en cristiano. Si se tienen 100.000 euros en stock y deudas a corto plazo por valor de 80.000 euros, significa que a corto plazo la empresa no tendrá problemas de liquidez al tener cubiertas esas deudas con sus activos “liquidables”. Los 20.000 euros restantes, que compondrían el Fondo de Maniobra, podrían estar financiados con deuda exigible a largo plazo que no afectaría durante el ejercicio actual, o por recursos propios, que sería lo ideal.

Ejemplo de balance

Vamos a ver un ejemplo de un balance de situación que tranquilamente podría darse en una frutería (Frutería Paco, S.L.).

Balance de situación

  • Se trata de un balance equilibrado, que es lo normal e ideal. Los pasivos tienen el mismo valor que los activos.
  • El activo corriente es superior al pasivo circulante, por lo que el fondo de maniobra es positivo (concretamente FM=3.300 euros). La empresa tiene liquidez a corto plazo.
  • La inmensa mayoría de la deuda es a largo plazo, por lo que no hay mucha presión con las letras. De hecho los intereses no serán muy elevados por esta misma razón.
  • Dentro del pasivo circulante la deuda comercial, si bien no es mayoría, sí abarca un tramo importante. Eso es bueno, ya que si está en plazo significa que no tendrá intereses (no es habitual). Vamos, que la empresa paga pocos intereses.

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