Los gastos indirectos son aquellos costos que no pueden ser fácilmente atribuidos a un producto o servicio específico y que, por lo tanto, no se incluyen directamente en el costo de producción. Estos gastos indirectos se pueden agrupar en una cuenta de gastos generales y se asignan a los productos o servicios a través de una tasa de costos indirectos.
Algunos ejemplos de gastos indirectos comunes incluyen:
- Gastos generales de fábrica: estos son los gastos asociados con la fabricación de un producto, pero que no están directamente relacionados con la producción en sí. Incluyen costos como el alquiler de la fábrica, los salarios de los supervisores de producción, los suministros de limpieza y las facturas de servicios públicos.
- Gastos administrativos: estos son los gastos relacionados con la administración y gestión de una empresa, como los salarios de los empleados de oficina, los suministros de oficina, el alquiler de oficinas y los gastos de viaje y representación.
- Gastos de venta: estos son los gastos asociados con la venta de un producto o servicio, como los salarios de los representantes de ventas, los gastos de publicidad y marketing, y los gastos de envío y distribución.
- Gastos financieros: estos son los gastos relacionados con el financiamiento de la empresa, como los intereses sobre préstamos, los cargos por servicios bancarios y los gastos de emisión de bonos.