Las redes VPN típicamente han sido herramientas empleadas por grandes empresas transnacionales, especialistas en seguridad informática, usuarios avanzados, teletrabajadores y técnicos SAT; pero las necesidades van cambiando y poco a poco están llegando al público en general. ¿Qué son?¿Para qué podéis utilizarlas?¿Cómo funcionan? Vamos a verlo hoy.
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Vuestra conexión a Internet es insegura

Cuando os conectais a Internet desde casa generalmente lo haréis estableciendo en primera instancia una conexión con vuestro modem (o router, según el caso), y de ahí al ISP (Movistar, Vodafone, etc.). Lo que implica que la empresa que os provee el acceso a Internet podrá enrutar vuestra conexión a través de los nodos que considere, y encima con una seguridad mínima. Es decir, que “todo Dios” sabrá qué estáis haciendo, desde donde os conectáis y qué equipos manejáis. ¿Os gusta la idea? Si os dedicáis a ver vídeos de gatitos quizá os de igual, pero si trabajáis con datos delicados puede que ya no os guste tanto la idea, ¿verdad?
Las redes VPN, y en menor medidas los proxies, son dos de las técnicas más interesantes a las que podréis recurrir para solucionar este asunto.
Qué es una red VPN y cómo funciona

VPN significa “Virtual Private Network”, y no es más que una conexión cifrada entre dos puntos de Internet (vuestro ordenador y el servidor VPN).
El funcionamiento es “sencillo”. En vuestro ordenador o móvil tendréis un programa con el que cifrar la conexión, es lo que se llama “cliente VPN”. En el momento en el que comencéis a utilizarlo los datos que emitáis fuera de vuestro dispositivo quedarán cifrados. Se establecerá lo que se denomina un “túnel VPN”.
Vuestra conexión llegará a vuestro router, de ahí al modem, y a posteriori al ISP (la empresa de Internet). Después se dirigirá al servidor VPN, que se podrá encontrar en la oficina de al lado, en Burgos o en Nueva York. Una vez la conexión ha llegado a ese punto, sale a la “red abierta”. Es decir, de ahí en adelante acabaréis conectándoos al servicio web que hayáis solicitado. Por ejemplo a este servidor web para cargar Diarioempresa.com
En entornos empresariales la conexión saliente del servidor VPN también va cifrada, ya que el usuario de destino forma parte de la red.
Ventajas de utilizar una red VPN

Utilizar una conexión VPN tiene cosas bastante interesantes. La más importante es que la información viaja cifrada, por lo que cualquiera de los puntos que haya en el trayecto será incapaz de espiaros. Ni el ISP ni Google ni el CNI ni la TIA sabrán qué estáis transmitiendo. No sabrán (teóricamente) si estáis hablando de comprar una piñata o de conquistar Andorra.
Por otra parte los nodos que haya más allá del servidor VPN no tendrán datos de vuestra conexión. Sabrán la IP del servidor VPN. ¿Sabéis para qué se utiliza esto? Para saltarse los controles sobre Internet de los gobiernos dictatoriales. Lo emplean mucho en China para poder acceder a webs prohibidas.
Nota: tened en cuenta que la empresa que está detrás del servidor VPN sí sabrá desde donde os conectáis, por lo que debéis escogerla con sumo cuidado. Ojo con las VPN de países como China o Rusia.
Qué es un proxy
Las redes VPN se suelen confundir con los proxies, pero no son lo mismo. Estos últimos no son más que servidores que se sitúan a medio camino entre vosotros y el servidor de destino. Os permitirán ocultar la IP y ya. Los datos no irán cifrados y el destinatario podrá sacar información de la conexión que le permita llegar a vosotros.
Cómo se utiliza una red VPN
Es muy sencillo. Básicamente tendréis que descargaros un cliente VPN en vuestro ordenador, móvil o lo que utilicéis para conectaros a Internet. Hay clientes VPN que son aplicaciones de escritorio, pero también los hay que se instalan como extensiones de navegadores, etc.
Eso sí, por lo general son servicios de pago (7-10 euros al mes). Aunque también es cierto que si no tenéis muchas exigencias también podréis recurrir a algunos gratuitos. Estos están un tanto limitados, pero vamos, que ahí están (por ejemplo Anonymox).