
Teniendo en cuenta que muchos de los que leéis este blog estáis interesados en el mundo del emprendimiento probablemente conoceréis la respuesta a la pregunta que suelto al aire, pero aún así insisto, pues creo que para otros tantos el EBITDA podrá ser una herramienta bastante útil a la hora de plantearse la compra de un pequeño negocio o de valorar una inversión. Así pues, ¿que rayos significa este palabro?
A groso modo es el acrónimo de “Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization”, que en román paladín vendría a significar algo así como “Beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones”. Es decir, un parámetro para saber realmente lo que gana una empresa sin maquillajes aplicados.
Se trata de un indicador muy útil, ya que en la cifra resultante se muestra lo que realmente ha ganado la sociedad mercantil sin tener en cuenta los resultados provenientes de operaciones ajenas a su actividad principal, de fiscalidades ventajosas o de tablas de amortización que dan resultados más que adornados a una junta de accionistas. Vamos, que de un vistazo sabréis qué es lo que realmente tenéis entre manos.
Ejemplo de EBITDA
Os pongo un ejemplo. Imaginad que Charcutería Filomena, S.L. ha declarado unos beneficios brutos de 320.000 euros. Pero echando un vistazo a las cuentas un posible inversor se fija en que en febrero vendieron varias máquinas para la producción de embutidos a Chorizos Saturnino, S.Coop. por valor de 85.000 euros y un almacén a Melapela Producciones, S.A. por 65.000 euros. Efectivamente hay 320.000 euros disponibles antes de impuestos, pero resulta que 150.000 provienen de actividades puntuales que nada tienen que ver con el objeto de la empresa: venta de maquinaria y actividades inmobiliarias. Diferentes códigos CNAE. Es decir, que esos 150.000 euros han venido o por suerte o por necesidad, lo que levantaría más sospechas. Pero lo que sí es cierto es que no se volverán a repetir en el siguiente ejercicio; o al menos no sin descapitalizar la sociedad.
Así pues, siguiendo el ejemplo, el inversor ve que la empresa realmente ha tenido un beneficio bruto por actividades asociadas de 170.000 euros. Ese sería su EBITDA. Cifra a la cual posteriormente se le quitaría impuestos, amortizaciones, depreciaciones y cosas varias. Os podéis imaginar lo interesante de este indicador, ¿verdad?