WorldCom era una compañía estadounidense de telecomunicaciones con sede en Mississippi; de hecho fue el segundo operador de telefonía más grande de EEUU. Fue fundada en 1983 y rápidamente se convirtió en uno de los mayores proveedores de servicios de telecomunicaciones del mundo a base de adquisiciones y fusiones.
Para 1999 la compañia se encontraba en una situación económica delicada a raíz de haber apostado en exceso por la ampliación de la red a base de contratar cobertura en exceso y firmando contratos multimillonarios para ello. El objetivo era minar el camino de sus competidores.
Visto el panorama el director financiero, Scott Sullivan, decidió inflar artificialmente los ingresos durante cinco trimestres recurriendo al uso de la contabilidad creativa; camuflando gastos operativos como inversiones y eliminando provisiones de facturas futuras. Estas prácticas contables fraudulentas permitieron a WorldCom presentar ganancias artificialmente altas hasta 2002 y aguantar de cara al mercado mientras las empresas de la competencia languidecían ante la tormenta perfecta que se dió con la proliferación de operadores de telefonía y la crisis de las puntocom.
La noticia del fraude contable provocó una caída del precio de las acciones de casi el 100% y la quiebra de la empresa. El escándalo también tuvo repercusiones legales graves para los ejecutivos involucrados, incluido Sullivan, quien fue sentenciado a cinco años y medio de prisión por su participación en el fraude contable. Los inversores perdieron miles de millones de dólares debido a la caída del precio de las acciones, mientras que miles de trabajadores perdieron sus puestos cuando la empresa se declaró en bancarrota.
El escándalo también tuvo repercusiones políticas y regulatorias significativas. El Gobierno Federal tomó medidas para reforzar las regulaciones contables y mejorar la vigilancia; incluyendo la creación del Sarbanes-Oxley Act of 2002, que establece nuevas normas contables para las empresas cotizadas en bolsa y exige responsabilidad personal por parte de los directivos corporativos.