Los dividendos son una parte de los beneficios de una empresa que se distribuyen entre sus accionistas; normalmente en forma de dinero, pero también pueden ser en forma de acciones adicionales. Es una forma de recompensar a los accionistas por su inversión en la empresa.
Los dividendos se pagan normalmente en función de la cantidad de acciones que posee el accionista. Por ejemplo, si una empresa decide pagar un dividendo de 1 euro por acción, y un accionista posee 100 acciones, recibirá 100 euros en dividendos. Esto significa que cuantas más acciones posea un accionista, mayor será su pago de dividendos.
Los dividendos también se pueden pagar en forma de acciones adicionales; así, si una empresa decide pagar un dividendo en forma de acciones, cada accionista recibirá una acción adicional por cada número determinado de acciones que posea. Por ejemplo, si la empresa en cuestión determina un reparto de dividendos en acciones de 10/1 significa que por cada 10 acciones que posea el titular recibirá una adicional.
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Los dividendos se pagan normalmente a los accionistas al final del año fiscal. Sin embargo, algunas empresas deciden pagar dividendos trimestralmente o incluso mensualmente; lo que quiere decir que los accionistas recibirán sus pagos con mayor frecuencia. De hecho el cobro de dividendos es una de las principales vías que tienen los millonarios para obtener liquidez sin realizar ventas de activos.
En general, los dividendos son una buena forma para los inversores de obtener ingresos pasivos a través de sus inversiones en bolsa. Los inversores no tienen que vender sus acciones para obtener ingresos; simplemente reciben el dinero o las nuevas acciones como parte del dividendo. Además, los dividendos también ayudan a mantener el precio de las acciones estables ya que los inversores estarán más dispuestos a comprar y mantener las acciones si saben que recibirán un pago regular en forma de dividendos.