A la hora de hacer análisis web mucha gente se fija en las sesiones, en los usuarios, en las fuentes o mismamente en el tiempo de estancia; pero, ¿sabéis qué es lo curioso del asunto? Que muchos blogueros pasan de largo del rebote web, uno de los puntos clave para comprender cómo son vuestros visitantes, cómo lo estáis haciendo y qué es lo que más les gusta. Así pues en esta ocasión voy a meterme de lleno en el panel de Analytics y voy a mostraros algunos trucos para reducir la tasa de rebote.
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Qué es la tasa de rebote
Imaginad que Pepe os encuentra en los resultados de búsqueda de Google y hace clic en vuestro artículo de moda para perros. Le parece muy interesante, por lo que se lo lee hasta el final. Pero claro, ya es hora de comer y decide que sería buena idea salir de vuestro blog e ir a la tienda online de Telepizza. ¿Qué ha pasado aquí? Pues que vuestra tasa de rebote será del 100% para esa visita. Ha llegado y, sin cambiar de pagina internamente, se ha ido. Si al de un rato llega otro visitante a vuestro blog y hace clic en un enlace interno os encontraréis al final del día con una tasa de rebote del 50% (media del 100% por Pepe del 0% del último visitante).
Este valor varía mucho dependiendo del tipo de blog o web, de la estrategia, del sector y de mucho más, por lo que los valores normales suelen rondar el 60% más o menos. El dato de vuestro sitio lo podéis saber yendo, en Google Analytics, a “Comportamiento” > “Contenido del sitio” > “Todas las páginas”. Fijaros en la columna que pone “Porcentaje de rebote”.
Qué información da este parámetro
El porcentaje de rebote es un dato muy interesante, pues analizándolo pausadamente os dará información clave sobre los gustos de vuestros lectores.
Por una parte sabréis si a la gente le interesa el contenido general del blog o si llega únicamente por un tema en específico y se va. Obviamente si tenéis tasas de rebote cercanas al 90 o 100% es un claro indicativo de esta situación. Y por otra parte, yendo a la ruta que os indico en el punto anterior, veréis qué artículos son los que presentan menor y mayor tasa de rebote. Aquellos que tienen índices pequeños (60%, 50% o menos) son de las temáticas que más gustan (la gente no sale escopetada del blog y decide quedarse para leer más).
Qué niveles son habituales en cada sector
Como os he comentado más arriba un índice normal sería de entorno al 60%, aunque bien es cierto que si se hacen trabajos para optimizar el asunto podréis mejorarlo rápidamente (ver más abajo). No obstante, ¿qué índices de rebote web son buenos y cuáles no? Tenéis un artículo muy interesante de Go Rocket Fuel al respecto.
Un resumen: es preocupante si el índice es inferior al 20% o superior al 90%, malo si está del 70% al 90%, normal si se encuentra entre el 40% y el 70% (más o menos) y muy bueno si está entre el 20 y el 40% (Saco de estas medidas al ejemplo de la calculadora y similares).
Os pongo una gráfica bastante explícita creada por Kissmetrics que os podrá orientar:
Tiempos de visita
Uno de los problemas que nos encontramos con la tasa de rebote de Google Analytics es que si un usuario presenta un índice del 100% de rebote afectará de manera crucial al tiempo de estancia promedio en la página. ¿No habéis visto artículos de vuestro blog con visitas y tiempos medios de 0 segundos? No es que esas personas sean más rápidas que la luz, lo que pasa es que Google no es capaz (a día de hoy) de contabilizar el tiempo que usan los usuarios viendo la última página. Esto es debido a que el conteo del tiempo lo hace en base a la petición de nuevas páginas al servidor. Así pues, si un usuario llega al blog y está 6 minutos leyendo un artículo para después abandonar el sitio, de cara a Google ese usuario habrá estado 0 segundos. ¿Cómo lo veis? Así pues, si veis ese fatídico número en vuestras estadísticas no es que lo estéis haciendo mal o que haya un robot escaneando a diestro y siniestro…son las cagadas de Google.
Ahora bien, hay dos maneras de solucionar esto. La primera es pasándose a otro software de la competencia que tenga un sistema de cronometraje en tiempo real a base a pings automáticos (ej. Woopra), y la segunda pasa por modificar el código de seguimiento de Google Analytics para que se cree un evento al cabo de un tiempo determinado. Ello hará que el software no contabilice a ese usuario como rebote si no llega a cargar por su cuenta otra página del blog.
Sustituid vuestro código por el siguiente (fuente: James Star):
<script type="text/javascript">
</script>
Obviamente debéis poner vuestro código identificativo donde he colocado “CÓDIGO ANALYTICS’. De igual manera el tiempo podréis modificarlo donde figuran los 30000 milisegundos. Podréis reducir la tasa de rebote al 10% o menos si os da la gana con este apaño, pero tened en cuenta que no tendría sentido. La idea es obtener métricas realistas. De ahí que el autor haya puesto 30 segundos, un tiempo adecuado para interpretar que el contenido ha sido del interés del usuario.
Cómo se puede reducir la tasa de rebote
Os muestro cinco vías para reducir la tasa de rebote:
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Reducir la tasa de rebote trucando el código de Google Analytics
La primera opción, y quizá la más obvia, es el pequeño hackeo que os he mostrado anteriormente. Pero eso sí, no abuséis de él, pues como os decía la idea es tener métricas reales.
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Plugins específicos para reducir la tasa de rebote
Si utilizáis WordPress (lo más probable) tenéis algunos plugins que os vendrán de perlas para hacer que los visitantes vean más páginas de vuestro blog. El más conocido es Related Posts. Es el típico plugin que recomienda entradas de interés a los usuarios. La idea aquí es que se pongan a navegar por el blog, llegando así a reducir la tasa de rebote. Y bueno, como era de esperar, también hay más opciones en el mercado: ver más plugins.
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Enlaces internos
Cuando escribáis debéis procurar incluir enlaces internos a posts que podrían ser del interés de vuestros lectores. Esto lo conseguiréis, por ejemplo, recomendando esta o aquella entrada, indicando que ahí los usuarios tienen tal o cual recurso gratuito, comentando cómo en el otro post hay información más específica de ese asunto tan interesante, etc. Ello hará que podáis reducir la tasa de rebote de manera natural.
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Enlaces externos en ventanas nuevas
En el momento que vayáis a enlazar un sitio externo a vuestro blog hacedlo poniendo el atributo target=”_blank” en el código html del enlace. O más fácil aún, hacedlo indicando que el enlace se abra en una nueva ventana. Hay dos razones para esto: la primera es que el visitante aún os seguirá teniendo en su navegador, por lo que puede que vuelva más tarde; y la segunda es que no estaréis forzando la salida del blog a alguien que acaba de llegar a esa misma página. Es decir, que no estaréis promocionando rebotes (recordad cómo funciona Google Analytics en este asunto).
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Etiqueta “more”
Cuando escribáis un artículo poned la etiqueta more tras el primer párrafo, ya que si acostumbráis a hacer visible todos los posts directamente en la raíz del blog conseguiréis que no haga clic ni dios. Y ello por no hablar de la desorganización que esta acción crea en algunas bitácoras. Una manera práctica para reducir la tasa de rebote, no hay duda.
2 comentarios en «Cómo reducir la tasa de rebote de un blog»